Padres sin autoridad, hijos sin rumbo

 El sábado 13 de febrero tuvo lugar en el Club Juvenil Escora la segunda reunión trimestral para

padres de los socios y amigos. Previamente a esta reunión algunos padres y preceptores del Club compartieron un sabroso arroz preparado por José María Barbera, experto cocinero y al que recurrimos con frecuencia.
En esta ocasión la ponente fue Doña Ana Capa, madre de 5 hijos, Máster en Ciencias del Matrimonio y Familia y profesora del Pontificio Instituto  Juan Pablo II. Durante el desarrollo de la sesión Ana  sentó las bases de la autoridad de los padres ante los hijos. Habló de la importancia de que cada hijo sea amado y que se sienta amado pues solo así podrá volcar lo 
que ha recibido en los demás. Señaló que este es el verdadero rumbo en la educación de los hijos y la base de la autoridad.

Insistió a los padres que para educar ee preciso tener una antropología adecuada, es decir conocer a fondo la naturaleza de la que estamos hechos y dar en cada edad la libertad adecuada, conforme a la madurez que van adquiriendo los hijos. Contó que era preciso estar junto a los hijos, justo en el momento en que los necesitan y para esto hay que “ponerse”, hay que dedicar  tiempo y empeño, centrándose en los  hijos,  priorizándolo sobre intereses personales.  

Advirtió que estamos acostumbrados a que las cosas salgan solas, es decir que el matrimonio salgo solo, que la educación de los hijos salga solo etc… y no es así, por sí solo no salen más que problemas. Animó a los padres a conocer con profesionalidad  las características y naturaleza de los hijos, 
sabiendo lo que tenemos entre manos, personas humanas en crecimiento. Al igual que un mecánico conoce los mecanismos internos de un vehículo, los padres ha de saber de sus hijos, dando los pasos que toca según la edad, observando aquellas actuaciones educativas que funcionan en el hijo. Ana Capa, afirmó que en la educación de los hijos se muestra a los padres dónde están centrados, en que están. Si unos padres abarcan mucho, el abanico de sus actividades e intereses tendrá una repercusión en la educación, en la autoridad sobre los hijos.Por último añadió que los padres están antes que los hijos y que por ello en todo momento han 
de ir por delante, bien marcando limites, bien empujando o animando para que los hijos formen su propio futuro.