En el puente de la Inmaculada, tres veteranos de la Peña Himalaya estuvimos en el Pirineo con idea de ascender alguna cumbre asequible en ambiente invernal. En principio el Bisaurín era nuestro objetivo, pero el mal tiempo anunciado para estas fechas nos hizo desistir del plan previsto.
Sobre las 5 de la tarde del jueves 7, en plena llovizna, partimos del Balneario de Panticosa hacia el refugio de Bachimaña. Al poco de salir nos encontramos con un personaje muy conocido durante la pandemia, se trataba de Fernando Simón y le preguntamos sobre el “riesgo” que suponía la ascensión en aquellas condiciones, afortunadamente nos dijo que el “riesgo” era nulo.
En poco más de dos horas, ya de noche, llegamos al Refugio con un manto de nieve de unos 10 cm, no había dejado de llover durante todo el recorrido.
En el refugio entablamos amistad con varios montañeros, de modo especial con Carlos y María que son de Ontinyent. Como las previsiones meteorológicas para el día siguiente eran malas decidimos juntarnos por aquello de que la unión hace la fuerza. Así, el viernes 8, antes de que amaneciera salimos del Refugio en dirección hacia el Muga Nort. El día estaba encapotado aunque afortunadamente no nevaba. La nieve caída durante el día anterior y la noche había borrado el camino y tuvimos que abrir huella en los 30 o 40 cm de nieve acumulados de los días anteriores. Poco a poco, relevándonos en la ardua tarea de marcar el camino en el manto blanco y fiándonos del GPS fuimos acercándonos a nuestro objetivo. A penas faltaban unos 50 metros para la cumbre cuando nos percatamos que la pendiente y la dureza de la nieve reclamaban los crampones, conforme pudimos fuimos equipándonos para esos escasos metros que suponían un peligro.
Ya en la cumbre la visibilidad era nula; lástima!, pues se intuía un paisaje colosal. Tras las fotos de rigor emprendimos el descenso con mucho cuidado hasta el collado de Marcadeau, donde repusimos energías al abrigo del viento del norte. El descenso fue magnífico pues la huella ya estaba abierta y el tiempo se despejó en varias ocasiones.
Alrededor de las 2 de la tarde llegamos al Refugio de Bachimaña y tras un breve respiro seguimos el descenso hacia los Baños de Panticosa. Con las últimas luces del día iniciamos el regreso a casa, eso sí, antes teníamos un parada muy importante en el Pilar de Zaragoza.
Buenos días, que gran excursión, impresionante, gracias al buen hacer de Vicente, que pudimos sortear las pequeñas dificultades de la ascensión, y con todo ello formamos un buen grupo de alpinistas junto con Carlos y María, gent de Ontinyent 🫂😊. Poco mas que añadir, eso si lo mejor de todo la compañía y el buen ambiente a pesar del mal tiempo. Hasta la próxima invernal !!!! Nos vemos pronto